venres, 14 de setembro de 2018

Galguitis Aguda, enfermedad acuciante


Definitivamente hemos perdido la cabeza. La Galguitis de la que os hablo en este blog es una enfermedad acuciante que nos ha afectado con unha fuerza imparable. Este fin de semana vamos a hacer una locura de viaje solidario... Sí, como lo leéis más de 10h de coche nos esperan con dos galgos que ni siquiera son nuestros, son candidatos a ser adoptados a través de la asociación de la que siempre hablo, Galgos 112.

Por temas que no vienen al caso y que es mejor no desvelar diremos que el primero de nuestros ángles a transportar se llama Sheldon, en lugar de su nombre real para la asociación. Es un galgo mayorcete con una cara muy guapa, es como ver a Koi dentro de unos seis años... Apareció en Galicia y ha estado hasta entonces en continua mejoría respecto a su estado inicial, hoy parece un perrete diferente y es todo un señor amoroso. Tiene sus manías, como cualquier ser vivo... pero se hace querer enseguida.

El segundo es un archiconocido del blog, Torito (Aitor de nombre oficial)... Mi vecino Totoro, un payasete bicolor. Es la tercera vez que lo tenemos en acogida y en verdad os digo que va a ser muy difícil despedirlo. Este perro es puro amor y diversión, la gente con la que ha convivido no ha sabido entenderlo. Hay quien piensa que este galgo necesita una finca enorme para desahogarse pero lo cierto es que no es así. Nosotras vivimos en un piso con Koi y Lucky (y obviamente ahora con Torito) y paseamos mañana, mediodía y tarde. Torito es muy tranquilo y espero que en el sitio a donde va sepan entenderle como nosotras...

No quería que esta entrada se centrara en lo que significa Torito para nosotras ni lo incomprendido que ha sido hasta el momento, pero nos ha tocado tanto la fibra que resulta imposible no ponerse sentimental al mencionarlo. La finalidad de esta entrada compartir con vosotr@s la locura transitoria en la que hemos entrado con nuestra enfermedad favorita y que da título a este blog.

En un fin de semana nos vamos a comer más de dosmil kilómetros por una buena causa, hacerle un favor a la asociación con el transporte solidario. La última vez que hice algo parecido me comí, junto con una responsable de zona, un viaje de Galicia a Logroño. En esta ocasión vamos más allá, ¡desde Galicia hasta Barcelona! Sí, estamos locas... pero esta locura se traduce en amor incondicional hacia estas majestuosas criaturas que son nuestros ángeles con cara de lápiz.

La semana que viene os haré un resumen de este viaje-locura, con fotitos si me lo permiten.

PD: Hoy escribo en castellano para que me entiendan las partes implicadas en este proceso que por suerte o desgracia no pertenecen a mi querida tierra gallega.

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